sábado, 20 de septiembre de 2014

Secreto milenario

Promediando el decenio de 1980, China Zorrilla grabó unos curiosos spots publicitarios televisivos, que la exhibían utilizando soda Ivess para preparar un té muy elogiado por sus amigas, quienes intentaban infructuosamente averiguar a qué se debía la exquisitez del té servido por China, quien atribuía enigmáticamente las delicias de su infusión a un "secreto milenario".
La expresión tomárselo con soda significa, en el argot rioplatense, tomarse las cosas con calma. El principal atractivo de China Zorrilla era, precisamente, su saludable costumbre uruguaya de tomarse las cosas con calma.
Seguramente no se utilizaba soda para preparar el té ofrecido (a una Eva Perón caracterizada por Luisina Brando) por una China Zorrilla caracterizada como su admirada Victoria Ocampo en la pieza teatral Eva y Victoria, referente a un encuentro ficticio entre Eva Perón y Victoria Ocampo y disfrutada por quien suscribe en un teatro geselino en febrero de 1995, poco antes de mi vigésimoquinto cumpleaños. No: seguramente no se utilizaba soda para preparar el té de Eva y Victoria, aunque lo ofreciera una China Zorrilla con avisos publicitarios de soda Ivess en su frondoso historial artístico.
China Zorrilla vivió 92 años, tres más que su admirada Victoria Ocampo. Y los vivió bien. China no tomaría té preparado con soda, ni se lo ofrecería a Luisina Brando en Eva y Victoria. Pero, como buena uruguaya, sabía tomarse las cosas con soda. No tendría un secreto milenario para preparar un buen té. Pero tenía, evidentemente, una fórmula para una vida larga y feliz: tomarse las cosas con soda. Que China Zorrilla pueda disfrutar de un buen té compartido en el Cielo con Eva Perón y Victoria Ocampo, encarnaciones de cosmovisiones presumiblemente antagónicas y reconciliables por el misterioso poder reconciliador de la Muerte.

    China Zorrilla y Luisina Brando en Eva y Victoria (c.1995)

No hay comentarios:

Publicar un comentario