sábado, 19 de julio de 2014

La niña Máxima

Cuando Máxima Zorreguieta era una niña rica matriculada en un exclusivo colegio porteño, poco o nada presentiría seguramente de su futura adultez.  A lo sumo conjeturaría infantilmente sobre su porvenir, como muchos niños. Años después, Wim Wenders abriría sus Alas del deseo para desplegar la frase alemana Als das Kind Kind wahr... ("Cuando el niño era niño..."). Cuando el niño es niño, actúa como un niño, ignorando el pasado, viviendo el presente y limitando la planificación del futuro a su educación formal. El niño casi no tiene pasado que evocar, tal como el anciano no tiene ningún futuro que planificar. Evocar el pasado es cosa de adultos, en particular de adultos mayores. Planificar el futuro es cosa de adultos jóvenes y de mediana edad.
La niña Máxima Zorreguieta ni siquiera debía intuir que su padre era funcionario de una dictadura instaurada por militares posteriormente acusados de crímenes de lesa humanidad. La niña Máxima recibía una educación principesca bajo una dictadura acusada de promover la temprana deserción escolar de niños provenientes de hogares argentinos menos privilegiados que el hogar de los Zorreguieta.

 Los monarcas holandeses Máxima y Guillermo suscriben el libro de condolencias habilitado en Amsterdam con motivo del fallecimiento de los holandeses embarcados en el avión malayo derribado en Ucrania el 17 de julio de 2014

La niña Máxima debe haber presenciado, junto con sus padres, la derrota infligida por la Argentina a Holanda en la final del Mundial de Fútbol de 1978.  Pero lniña Máxima no debe haber presentido que el Mundial de Fútbol de 2014 la sorprendería convertida en reina de Holanda y madre de una futura monarca holandesa, en una monarca europea obligada a presenciar cómo un plantel futbolístico argentino relegaba a su rival holandés al tercer puesto en el magno certamen futbolístico disputado en el Brasil de 2014. 
Al presenciar la derrota futbolística holandesa de 1978, lniña Máxima no debe haber presentido que el inicio del siglo XXI la sorprendería desposando a un futuro rey de Holanda. Nada de eso debe haber presentido lniña Máxima, tal como lniña Letizia Ortiz jamás debe haber presentido que el niño Felipe de Borbón y Grecia, príncipe de la Asturias natal de Letizia, la convertiría algún día en princesa de Asturias, reina de España y madre de una futura reina española.
Al presenciar la derrota futbolística holandesa de 1978, lniña Máxima no debe haber presentido que el verano holandés de 2014 la sorprendería firmando, junto con su regio consorte, el libro de condolencias habilitado con motivo del trágico fallecimiento de los numerosos holandeses embarcados en un avión derribado sobre Ucrania y perteneciente a una aerolínea malaya afectada meses atrás por la misteriosa desaparición de otra de sus aeronaves. Cuando el niño es niño, actúa como un niño. Como los niños embarcados en los dos aviones malayos eliminados de las rutas aéreas en los últimos meses.


Bebé embarcado en el avión malayo abatido sobre Ucrania el 17 de julio de 2014
    

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