miércoles, 26 de marzo de 2014

El decimoquinto Dalai Lama

El 17 de diciembre de 1933, tres años antes de nacer el Papa Francisco, fallecía Thubten Gyatso, el decimotercer Dalai Lama. Le reemplazó interinamente el regente fragatino Reting Rinpoché. En 1937, un sueño premonitorio incitó a Rinpoché a disponer la búsqueda del sucesor efectivo del Lama fallecido. Los emisarios de Rinpoché hallaron al decimocuarto Dalai Lama encarnado en el niño Lhamo Dondhup, nacido el 6 de julio de 1935 en el poblado tibetano de Takser y devenido en el decimocuarto Dalai Lama en 1939, bajo el nombre de Tenzin Gyatso. Debido a su corta edad, recién fue coronado el 17 de noviembre de 1950, cuando la amenaza chino-comunista se cernía sobre un Tibet finalmente anexado a China en 1959, con el consiguiente destierro indio del decimocuarto Dalai Lama, extendido hasta la actualidad. En 1949, Mao tsé-Tung había proclamado la República Popular China. Como Karl Marx, Mao debía suponer que la religión era el opio de los pueblos. En la nueva China había que construir represas hidroeléctricas, no rezar a Buda. 
Mao falleció en 1976. Su sucesor Deng Xiaoping, a diferencia de su endiosado predecesor, no consideraba que el capitalismo y el comunismo fuesen incompatibles entre sí. La China posmaoísta podía ser comunista en lo político y capitalista en lo económico. Pero China debía seguir siendo, según sus nuevos gobernantes, tierra vedada a la religión, aunque Juan Pablo II hiciera buenas migas con Mijail Gorbachov y Fidel Castro, sin que nadie perdiese el tiempo acusando a Gorbachov y Fidel de traición al comunismo. Evidentemente,  Deng, hombre con fama de buen lector, no disponía de traducciones al chino del célebre ensayo weberiano sobre la liaison histórica entre capitalismo y protestantismo, admirablemente analizada por José Carlos Mariátegui, contemporáneo de Max Weber, en sus Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana.
El niño tibetano Lhamo Dondhup sólo tenía dos años de edad cuando los emisarios de Reting Rinpoché concluyeron que el infante de Takser reunía los requisitos para ser embarcado hacia Lhasa y entronizado como el nuevo líder espiritual vitalicio del Tibet. Obviamente, los emisarios de Reting Rinpoché no podían vaticinar que a Lhamo Dondhup le aguardaba más de medio siglo de reinado en el exilio. Los niños chinos Hu Siwanchd, Wang Moheng y Zhao Yingxinchd y el infante chino-estadounidense Zhang Yan sólo tenían dos o tres años de edad cuando las autoridades migratorias malayas dictaminaron que los cuatro niños reunían los requisitos para ser embarcados hacia Beijing a bordo del sentenciado vuelo MH370 de Malaysia Airlines, decolado el 8 de marzo de 2014 en Kuala Lumpur y aparentemente engullido por los voraces abismos del Océano Índico, con sus 239 ocupantes.      
Si el anciano Tenzin Gyatso falleciese hoy, Hu Siwanchd, Wang Moheng, Zhao Yingxinchd y Zhang Yan podrían contarse entre sus eventuales sucesores, asumiendo que los infantes fuesen tibetanos y la cultura ancestral tibetana estuviese exenta de la impiadosa injerencia de la China comunista-capitalista. Los emisarios de Reting Rinpoché negaron que la cortísima edad de Lhamo Dondhup fuese obstáculo para investirlo del poder lamaísta. Tal como los voraces abismos del Océano Índico parecen haber negado que la cortísima edad de Hu Siwanchd, Wang Moheng, Zhao Yingxinchd y Zhang Yan sea obstáculo para sentenciarlos a una muerte prematurísima y horrenda. Los voraces abismos del Océano Índico parecen haberse fagocitado a infantes que, en el mundo tibetano, podrían haber figurado entre los aspirantes a la dignidad del decimoquinto Dalai Lama.

  
Hipotético accidente fatal del MH370 (Dibujo Daily Star-Londres-15.03.2014)

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